Después de acudir al tanatorio a despedir a nuestro jefe, el mejor jefe que hemos tenido.

Esta mañana ha sido una mañana de recordar, comentar y revivir otros tiempos que compartimos con nuestro jefe Manuel.

Comentamos de los saludos que nos dimos viejos compañeros de trabajo, pasan los años, pero el vínculo de haber compartido trabajo sigue presente, tan presente como el respeto y admiración por un jefe amable, un jefe justo, un jefe compañero.

Comentamos también como nos contrató, al que escribe, recuerdo una charla con Manuel, tenia aprox. 20 años me hizo 2 preguntas sobre programación, le respondí con un G17 sumado a un G73, no respondió, simplemente me pregunto si podía empezar la semana siguiente con un contrato fijo.

Kike comentaba como su primer día de trabajo estaba preocupado por llegar a la hora de comer, Manuel ya lo puso a currar desde el primer minuto, comentamos que Manuel le enseño un plano de un conjunto de molde y le pregunto: ¿Qué ves ahí? -la respuesta: RAYAS…

Luis ya es un caso especial, ya conocía al jefe Manuel por su relación con Pablo, su hijo, nos tiene comentado que tiene recuerdos de ver a un Manuel pelearse con un ordenador casi de manera autodidacta en la época donde los ordenadores era unicornios.

Podríamos contar mil anécdotas más, como la época de Manuel de jefe de taller en la que sabía de memoria los senos cosenos y tangentes de los ángulos más habituales, le hacías una pregunta sobre una cota que falta en un plano, la multiplicaba de cabeza por el seno/cos del Angulo y te daba un valor con decimales, alucinábamos.

Pero si de algo tenemos claro, es de que Manuel era una persona querida y respetada, con valores. Nos sentimos orgullosos de poder haber compartido y aprendido con él, somos y actuamos en parte por lo que él nos enseñó.

Es por ello que le dedicamos estas palabras a modo recordatorio a:

el mejor jefe que hemos tenido…